viernes, 1 de noviembre de 2013

Otro caso de prepotencia en The Hills Institute


Mi teléfono empezó a sonar constantemente, mi bandeja de correo electrónico se empezó a llenar y el WhatsApp no paraba de sonar avisándome de otro caso de abuso de autoridad y a mi juicio, maltrato infantil.

Tres hermanitas no pudieron entrar al festival de Halloween por llegar tarde, ocho minutos tarde. Con el poder que le otorga ser la recepcionista y la importancia de tener acceso al botón para abrir la puerta, Marianne devolvió a su casa a tres hermanitas ilusionadas por entrar al festival de Halloween pero no pudieron por más que lloraron en la recepción de la escuela. Su error: llegar ocho minutos tarde. Yo no comprendo porque se aplican todavía estas reglas cuando cualquier libro de Pedagogía indica que negarle el acceso a la escuela a un estudiante es la manera más ignorante de castigar por una tardanza.

Sin embargo, mi enfoque es en la crueldad de la directora del plantelque estuvo del lado de la oficinista. Se me parte el corazón imaginarme a las nińas regresar a casa desilusionadas por no poder entrar a la fiesta. Un director debe ejercer disciplina pero también tiene que tener corazón y sobre todo juicio. Imaginen el conflicto que genera en las nińas este caso. Cómo y con que le compensas haberse perdido la fiesta a la que asistieron sus amiguitos? Me confirmaron en la SEP que este tipo de castigos es inusualmente cruel y prohibidos por la misma SEP, independientemente lo que diga el reglamento interno. "Las escuelas privadas tienen que entender que su reglamento interno no está por encima de lo que marcan las reglas y leyes estatales y federales",  me lo indicó  la misma Secretaria de Educación en el Estado Juana Aurora Cavazos al comentar sobre nuestro caso. "La Ley protege a los menores", agregó.

El problema somos los padres de familia que nos dejamos mangonear al gusto de los directores. Los padres sentimos que los directores, maestros y personal de las escuelas tienen el derecho de evaluar nuestra relación padre-hijo y no es así. Los padres somos clientes y la escuela nos está proporcionando un servicio. Por temor a una mala calificación en la boleta y en nuestra dinámica familiar los padres soportamos humillaciones y arbitrariedades e incluso hasta castigamos al nińo por no actuar apropiadamente en la escuela. Lo más indignante es que nos quedamos callados cuando vemos pasar una injusticia ante nuestros ojos.  En mi caso, mucha gente me apoyó pero nadie se le enfrentó a la directora. Y ahora, borracha de poder, sigue cometiendo arbitrariedades. Y ustedes, padres de familia de The Hills, algún día piensan reaccionar?

Tengo entendido los padres están considerando dar de baja a las tres nińas pero aún no lo confirmo.

Pepe.




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